El adenocarcinoma prostático o cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente en el varón si se incluyen los descubiertos en las autopsias y los que son hallados incidentalmente sin que presenten síntomas. Si no se tiene en cuenta esto, sería el más frecuente tras el cáncer de pulmón. Se calcula que uno de cada seis hombres del primer mundo sufrirá esta enfermedad.
Los adenocarcinomas de próstata suelen originarse (hasta en un 95% de los casos) en la zona periférica de la próstata, a diferencia de la hipertrofia benigna de próstata (HBP), que se origina en la zona central.
El cáncer prostático frecuentemente tiene varios focos dentro de la próstata, y entre ellos hay diferentes grados de diferenciación; en esto se basa la clasificación de Gleason (aceptada internacionalmente). Consiste en realizar un análisis de tejido prostático procedente de dos de los focos (obtenido mediante una biopsia), y asignar un valor entre 2 y 10, según el grado de anormalidad del tejido examinado. La escala de Gleason indica el pronóstico de la enfermedad, independientemente del estadio o la fase de desarrollo en que se encuentre la enfermedad. Para determinar el estadio se utiliza normalmente la clasificación TNM.
Causas del cancer de prostata:
La dependencia hormonal del cáncer de próstata -y de ahí la utilidad de sustancias hormonales en su tratamiento- parece indicar que los andrógenos intervienen en su aparición. Sin embargo, no se ha podido establecer la relación de otros factores como los genéticos, ambientales o de carácter infeccioso con este tipo de cáncer.
Existen, no obstante, una serie de factores de riesgo que pueden favorecer la aparición del cáncer de próstata, y que se relacionan a continuación:
-Edad: normalmente aparece a partir de los 45 años, y las posibilidades de desarrollar este tipo de cáncer aumentan con la edad.
-Raza: es más frecuente y más agresivo en los hombres de raza negra.
-Factores genéticos: tener familiares con cáncer de próstata aumenta el riesgo, más cuanto más cercano es el parentesco con el enfermo.
-Dieta: el consumo de grasa animal incrementa el riesgo. Por el contrario, los vegetales, como el tomate y la soja, y otros alimentos, como el salmón, podrían proteger.
-Hormonas: la elevación de testosterona y de IGF-1 (factor de crecimiento insulínico) se relacionan con un mayor riesgo.
-Frecuencia eyaculatoria: parece que tener cinco o más eyaculaciones semanales tiene un efecto protector.
-Obesidad: como en otros muchos cánceres, la obesidad aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Sintomas de cancer de prostata:
En los primeros estados del cáncer de próstata este no suele presentar síntomas, de ahí que cuando lo hacen suele ser tarde y haberse ya extendido fuera de la próstata.
Entre los síntomas del cáncer de próstata habituales vemos que:
Puede producir síntomas obstructivos del tracto urinario inferior, parecidos a los que se producen en la hipertrofia benigna de próstata, aunque el síntoma que no se da en esta última es la presencia de sangre en la orina. Puede haber dificultad para orinar o para detener el pis, o necesidad de levantarse a menudo por las noches a miccionar. También pudiera aparecer una sensación de ardor al hacerlo.
Se ha comprobado que hasta el 25% de los pacientes que tienen problemas de retención de orina de forma aguda presentan un carcinoma prostático; y de estos, alrededor de un 25% presentan metástasis en el momento del diagnóstico, que pueden producir dolor óseo, compresión medular, alteraciones en la coagulación…
Otros posibles síntomas de cáncer de próstata son el dolor en la parte inferior de la espalda, los muslos o las caderas; o el tener disfunción eréctil.
Actualmente estos signos están disminuyendo, gracias a la realización de pruebas que facilitan el diagnóstico de la enfermedad en estadios tempranos y asintomáticos. No obstante, estos síntomas no son un indicativo exacto de la presencia de cáncer de próstata y podrían deberse a otros problemas, por lo que conviene acudir al médico para que disipe tus dudas.
Diagnostico del cancer de prostata:
Diagnosticar precozmente un tumor en la próstata aumenta considerablemente las probabilidades de curación del mismo. Por ello, es importante que todos los hombres se realicen revisiones anuales, o a partir de los 45 años si se tienen antecedentes familiares de casos de cáncer próstatico. Para llegar al diagnóstico de cáncer de próstata se realizan las siguientes pruebas:
-Tacto rectal:
Se trata del método fundamental de aproximación diagnóstica, por lo que suele aconsejarse un tacto rectal y una evaluación de PSA (marcador tumoral) anual a los hombres mayores de 50 años con el fin de detectar precozmente tumores de próstata.
En el tacto rectal se detectan todos los estadios salvo el T1 que, como se ha visto en la clasificación TNM, es un hallazgo incidental.
Al tacto, el carcinoma se presenta como un nódulo duro irregular.
Marcadores tumorales
La fosfatasa ácida prostática (FAP) es un marcador específico, pero cuando se eleva el cáncer suele estar ya diseminado fuera de la próstata, por lo que no resulta útil en el diagnóstico precoz.
El antígeno prostático específico (PSA) es un marcador de tejido prostático (es decir, cuanta más masa prostática haya, más elevado estará), y sus niveles suelen estar más aumentados en el cáncer, pero también pueden elevarse por patología benigna, por lo que si no está muy aumentado, de forma aislada no orienta hacia el cáncer.
Valores de PSA y posible relación con el cáncer de próstata:
–Menor de 4 ng/ml: cáncer poco probable.
–Mayor de 10 ng/ml: aumento de las probabilidades de cáncer, por lo que se realiza biopsia.
–Entre 4 y 10 ng/ml: se deben utilizar otros parámetros para valorar la necesidad de una biopsia.
-Pruebas de imagen:
La ecografía a través del recto es lo más útil para comprobar el estadiaje local, ya que además de valorar la próstata se ven las estructuras cercanas.
-TAC:
La tomografía axial computarizada (TAC) y la resonancia magnética se utilizan fundamentalmente para valorar los ganglios y las metástasis.
La gammagrafía ósea se usa en la detección de metástasis óseas, y suele realizarse cuando existe sospecha de que se hayan producido este tipo de metástasis, es decir, si la puntuación obtenida en la escala de Gleason es muy elevada y también lo es el PSA, ya que hay que averiguar si hay metástasis, sobre todo a la hora de plantear el tratamiento.
-Biopsia prostática:
Se realiza para confirmar el diagnóstico de cáncer de próstata. Está indicada si hay sospecha de cáncer, ya sea por el tacto rectal, por el aumento de los marcadores tumorales, o si se ha observado alguna alteración en las pruebas de imagen.